No estaba lo suficientemente enredado el panorama político español cuando me he llevado una gran sorpresa al leer las noticias de un diario nacional en Internet: la archiconocida de la prensa del corazón Belén Esteban se quiere presentar como candidata a las próximas elecciones generales.
Derechos tiene, como todo hijo de vecino. La cuestión es si no corremos el riesgo, en el caso de que consiguiera acta de diputada, de acabar convirtiendo el hemiciclo del Congreso de los Diputados en una especie de versión moderna del Corral de Comedias de Almagro, pues la política es... bueno, debería ser un asunto serio, puesto que lo que ahí se cuece afecta a todos los ciudadanos.