No es cuestión de partidismos. Creo, sinceramente, que en esta ocasión el Gobierno va por buen camino si persigue evitar que candidaturas que pretendan continuar el trabajo de un partido ilegalizado puedan presentarse a las elecciones.
No hace falta dar nombres, pero todos podremos recordar casos recientes de formaciones que tras ser ilegalizadas se habían vuelto a constituir bajo nuevas siglas. Los mismos perros con diferentes collares, literalmente. Por eso también es bueno que ahora se haya previsto una causa de incompatibilidad sobrevenida y que cuando un partido sea ilegalizado automáticamente sus representantes queden excluidos de las instituciones.
En democracia todos tenemos derecho a poder expresar nuestra opinión y a ser escuchados, pero ello pasa por saber escuchar y respetar la opinión de los demás.
El propio Pérez-Rubalcaba ha dicho que
¡Esta es la grandeza de
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