Me alegro de que finalmente el Ayuntamiento de Reus se haya visto obligado a permitir la entrada de la CORI (en este caso de su representante, Ariel Santamaría) en el Consejo de Administración de INNOVA, un derecho que desde siempre se le había negado, por tratarse de un político atípico… ¿o sería mejor decir incómodo para los intereses del resto de los grupos, en especial para el equipo de gobierno?
Espero y deseo que ahora llegue una bocanada de aire fresco a un asunto que había estado desde sus mismos orígenes rodeado de oscurantismo. Y me felicito, como felicito al representante de ICV, Ernest París, por el toque de atención dado a PSC y a ERC, al demostrar que es un político coherente y que el voto que permitió la entrada de Ariel Santamaría en el Consejo de Administración de Innova fue un voto emitido en consciencia, que no se sometió a las presiones del resto del equipo de gobierno.
Por otra parte, para quien no lo sepa, quisiera recordar que INNOVA engloba a todas las Sociedades Anónimas Municipales del Ayuntamiento de Reus y que, dado que es normal que una sociedad anónima rinda cuenta de sus resultados a los accionistas, la petición de que INNOVA, que por muy municipal que sea no deja de ser una Sociedad Anónima, haga públicos sus resultados en una sesión anual abierta a los ciudadanos no debería sonarnos a nada extraordinario por más atípico que nos pueda parecer… una sesión en la que el ciudadano de a pie tuviera derecho a ser informado y a preguntar por unas empresas que funcionan gracias a lo que paga éste.
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